Cada 19 de agosto se celebra el día mundial de la asistencia humanitaria. Este año se celebra bajo el lema #NotATarget (#NoSonUnObjetivo, en español).
Tal y como cuenta ElPais – Planeta Futuro:
Ni los trabajadores humanitarios ni la población civil deberían ser el blanco de ataques en situaciones de crisis. Por eso, la ONU recuerda que deben cesar las bombas sobre hospitales, los secuestros, las violaciones de mujeres en el día que se conmemora la labor de quienes asisten a las víctimas.
El informe de Aid Workers Security Report, señala datos reveladores: solo en 2016, 288 personas que trabajan en entornos humanitarios (nacional y expatriada) fueron víctimas de agresiones, 101 fallecieron y 89 secuestrados. Países como Sudán del Sur, Afganistán o Siria son los principales de estos ataques.
En nuestro proyecto de Médicos Sin Fronteras en la frontera jordano-siria, hemos recordado que en ningún caso las instalaciones para realizar trabajo humanitario pueden ser lugares de ataques indiscriminados, donde precisamente se atiende a la población civil.
Junto con los recientes ataques terroristas en Barcelona, me viene en mente una gran frase de Martin Luther King: El progreso humano no es ni automático ni inevitable. Qué gran verdad.
#Notatarget habla de un mensaje muy simple en torno a nuestra humanidad compartida, sobre lo que nos une como personas. Por eso, la tarea del siglo XXI es aprender a llamarnos seres humanos.
Precisamente porque no basta con nacer y etiquetarnos de personas, de seres humanos; tenemos también el deber y la responsabilidad de llegar a serlo. Esperemos que, a partir de este 19 de agosto, comencemos a recorrer ese camino hacia la humanidad compartida.
Aid Worker Security Report 2017. Puedes descargar el informe aquí