En Bután el nivel del país no se mide mediante indicadores como el Producto Interior Bruto. Lo que se calibra es la felicidad nacional bruta.
En la escuela se enseñan valores como la paz, pero también intervienen otros factores como el acceso a la salud, a la educación o un bajo índice de mortalidad.
Pese a que algunos medios creen que el pequeño país asiático se enfrenta a problemas económicos como la inflación o las migraciones, hay quienes tienen soluciones para estos inconvenientes.
Una chica asegura que es posible estar siempre feliz y que se consigue controlando la mente y ayudándose unos a otros.
Pese a residir en casas humildes, trabajar en la agricultura o no tener excesivo dinero en metálico, los habitantes parecen estar satisfechos. Viven mucho mejor que las gentes rurales de otros países.
“He oído hablar sobre ese índice, pero no sé mucho, nunca he recibido una educación y siempre he estado muy ocupada trabajando en la granja”, admite una campesina.
Pese a que haya quien pueda aludir al mito de la caverna para explicar la situación en Bután, seguro que muchos ciudadanos de otros paises no dudarían en cambiar de residencia.
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Fuente: Euronews© es.euronews.com