La pobreza se parece a los agujeros negros. Tal es su atracción, que consigue absorber y malnutrir todo, dejando que nada se escape, salvo las casualidades o dudas existenciales.
También distorsiona el espacio-tiempo. El tiempo y la pobreza hacen que todo se enlentezca. Ya no se espera, ni se agarra a la esperanza futura. Se ralentiza el tiempo, como cuando ves una peli FullHD en un portátil antiguo.
También el espacio es diferente. Se adueña mucho del espacio exterior, no hay más que irse a cualquier campo de refugiados. La miseria cambia las reglas de lo abarcable, de la ocupación en el espacio, y abusa del relleno espacial. En cambio, ocupa muy poco en el espacio mental colectivo, pues no importa ni sale en portada.
La masa gravitatoria (o social, que lío) es tan imperceptible como tu preocupación; pero innegable, como tu indiferencia.
Presumiblemente, la materia oscura no esté tan lejos.
Fotografía nº1 Paul Goyette en Flickr
Fotografía nº2 Thomas Leth-Olsen en Flickr