Lamu, en su mejor versión, irradia un multiculturalismo envidiable. Enfrascado de influencia india y árabe; la tribu mayoritaria (Bajun), nos recuerda tales mezclas de cultura, junto con la propia africana. Asimismo, emerge una mezcla tribal que le da una dosis extra de encanto como las tribus Kikuyu, Boranas, Luhya, entre otras.
Por si fuera poco, el turismo con todo el abanico de tonalidades en tez, nos da el último toque de exquisitez, junto con el baluarte de la tolerancia y las ganas de aprender. De aprendernos.
Hakuna wageni (no hay turistas en swahili) es la expresión del efecto dominó de la vida. Sus causalidades y sus consecuencias. Sin escarbar en los actos terroristas acaecidos en Lamu¹, éstos han tenido su repercusión y sus consecuencias sociales y demográficas. Claramente es una daga en la economía del sector terciario. Los turistas no eligen Lamu. Escogen seguridad.
8 de Julio de 2014. Ese día quedará marcado para Lamu Town. Grabado en nosotros. Las amenazas en forma de carteles hicieron que muchos cristianos kenianos tuvieran que huir a sus pueblos de origen. Los que no fueran musulmanes no eran bienvenidos a Lamu. Los pocos turistas que quedaban en la isla decidieron que habían apurado demasiado.
Disparidad de opiniones y atribuciones varias sobre las amenazas. La única verdad eran las colas en las compañías de autobuses y vuelos. Colas incertidumbre y desasosiego. Personas que se iban para luego volver: deben mantener su trabajo. Resultaba y resulta una incógnita la veracidad de tales carteles. Pero la certidumbre es el pavor que cundió en todo el pueblo.
Mis dudas en Nairobi. Con ellas, sopesando mi vuelta a España vs. vuelta a Lamu. 5 días en la capital keniana con el resultado a favor de Lamu. Regresaba a la isla.
De regalo un toque de queda², el cual me recuerda aquellos lodos franquistas que ni viví. Claro que no estamos en un país desarrollado. Lo inverosímil en un país de calles pulcras, se convierte en comprensible en una isla keniana. Todos en sus casas a las 9pm y en el continente, a las 6:30pm. Medidas preventivas con un balance a favor: la interrumpción de los atentados. Al toque de queda no se le puede juzgar, de eso se encargará el tiempo.
Mi vuelta a Lamu fue como volver a un Lamu de hace muchos años que nunca conocí y sólo lo imagino por anécdotas de terceros. Callejuelas tan estrechas que te tienes que detener para que pase solo uno, ahora son autopistas peatonales.
Sin embargo, Lamu está abocada a ser su mejor versión. Está dulcemente condenada a ser un distrito en pleno progreso. Por el nuevo puerto por construir y todas las ventajas que ello proporcionará: turismo, logística, comunicación, etc… Por su enclave protegido por la Unesco, un sitio exquisito sobre la cultura swahili. Lamu recoge lo mejorcito de África, lo sazona con la cultura Árabe e India, abraza al turismo, y estrecha la mano a la cooperación para el desarrillo.
Las pesadillas de los atentados nos recuerdan lo dulce que son los sueños del progreso. Nos ayuda a valorar cómo el desarrollo de una comunidad se genera a partir de una motivación.
Cuando el sueño deja de serlo para ser real, las pesadillas nos ayudan a saborearlo. El progreso de una comunidad debe de ser posible con y a pesar de las adversidades. De ahí la razón que Lamu se desarrolle.
A pesar de lo que pese su terrorismo, esto es, a pesar de sus pesares.
¹ Enlaces de interés
- http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/16/actualidad/1402903109_000286.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/07/06/actualidad/1404658471_961357.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/24/actualidad/1403595364_347554.html
²El toque de queda es una medida impuesta desde el gobierno keniano en el que trata de salvaguardar la seguridad en el distrito de Lamu. Todo civil debe estar en una propiedad privada desde las 9:00pm hasta el primer rezo musulmán 4:30am, en la isla de Lamu. En el continente desde las 6:30pm hasta las 6:30am. Es una medida, cuanto menos, controvertida.
Fotografías a cargo de Lerozno Miseslari en breakthelogic.com