Marcharse y regresar (carta pre-erasmus, 2010)

Cada opción tiene su coste. Elegir implica sacrificar otras opciones que podrían ser igualmente válidas. Con nuestras decisiones, procuramos no desestabilizar el equilibro de ganancia/pérdida, de modo que salgamos bien parados, y así evitar arrepentimientos que envenenan decisiones.

Nos encontramos que,  si se elige viajar, se gana independencia, nuevos lugares y personas a los que conocer y tratar. En cambio, al viajar perdemos hogar fijo, estabilidad y contacto con esas personas con las que menos querríamos perder. A modo de balanza, sopesamos qué es lo mejor para nosotros (salvo las veces que inconscientemente hacemos lo contrario) para conseguir adaptar y estabilizar nuestras necesidades.

 * * * *

El nuevo paisaje por explorar aviva los colores de nuestro lugar de origen. El encuentro con nuevas personas equilibra las despedidas de los de siempre, sabiendo que nuestra balanza caería por su propio peso si sólo existiese lo primero. Ante decisiones de gran envergadura, debemos tener gran pulso para conseguir rellenar con ilusión y propósito los huecos que deja libre la añoranza.

Así nos pasamos la vida, poniendo y quitando; retirando y cubriendo. Ganando y perdiendo. Equilibrando, ocurriendo todo en un continuo presente que solemos desperdiciar.

¡Hasta pronto!

 


Carta pre-erasmus, septiembre de 2010 antes de comenzar una nueva vida en Liubliana, capital de Eslovenia

Fotografía en Maribor, Eslovenia, marzo de 2011

Si deseas comentar

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s