En todo su esplendor, es Lauryn Hill. Desde el Blunted on Reality de aquellos Fugees fue cuando caí en flechazo con el hiphop, inicios de los 90 en los que yo alternaba los power rangers y las tortugas ningas con estos ritmos tan pegadizos como la música negra, hiphop, r&b noventero. Después de más de una década, me siguen produciendo esa sensación placentera que la música nos ofrece.
Esta actuación con la compañía «The roots» de 2012 (desconozco el lugar) es simplemente una delicia para los sentidos. Uno todavía se pregunta cómo no sacó nuevo disco aún, aparte de algunos temas sueltos, como el de Lauryn Hill feat. Ziggy Marley – Redemption Song. Nos queda el sensacional disco solitario, aparte de los dos con Fugees. Posiblemente sea la única persona que logra tanto cantar como rapear con la misma calidad.
Nostalgia aliñada con alegría, la vida atormentada de Lauryn no deja de ser como la de cualquier otro gran músico. Quizá esa sea la respuesta a la falta de disco. O que no le da la gana.
Pues a mí me da la sensación que todavía no está en el lugar que merece dentro de la pornografía musical. O sí, según se mire. Quizá porque nunca quiso ser comercial.
Ni lo será, afortunadamente.